Toma su nombre del grupo indígena que operaba en la región. La base del poblado es una meseta al pie del Contrafuerte del Caus y en las proximidades de las Quebradas La Vichú y Juan Pérez. Fundado en 1.640 por Pérez Revollo. Isnotú tiene una altitud de 726 m.s.n.m. y registra temperaturas entre 25º C y 26º C.
Esta población fue la capital del Municipio Libertad que a partir del 30 de Junio de 1.966, adoptó el nombre de su hijo predilecto Dr. José Gregorio Hernández Cisneros, nacido en este sitio el 26 de octubre de 1.864, sitio del que Agustín Codazzi afirmó que era la capital del Municipio Libertad del Distrito Betijoque.
La población se servía de aguas de manantiales distantes a ella de 200 a 500 mts y producían panela, café, plátanos, maíz y algún cacao. La población de Isnotú se encuentra ubicada a poca distancia de Betijoque en la vía hacia Valera capital de la Parroquia José Gregorio Hernández, tiene una superficie de 24 Km2, esta población también la rodea los caseríos de San Juan, San Pedro, Sara Linda y la Asuncelia se encuentra hidrográficamente compuesta por la quebradas Juan Pérez, Agua Clara y Carambú, las cuales tienen nacientes en Ponemesa y las montañas del Alto Escuqueño.
Los habitantes de Isnotú son personas muy católicas y su primera capilla fue creada en la Calle del Rosario llamada así por sus habitantes donde existía un retablo con la imagen de la Virgen, allí la gente oraba y daba gracias a Dios.
La población de Escuque era la Parroquia eclesiástica de Isnotú y cada tres meses se trasladaba el sacerdote en caballo, en burro o pocas veces caminando hasta la población a darle la palabra de Dios a los pobladores, cuando el sacerdote no podía ir se trasladaba el sacerdote de Betijoque acompañado de los cantores y los coristas debido a que anteriormente las misas eran cantadas.
Un aproximado en el año 1.700, fue creada la primera iglesia en Isnotú que fue construida de bahareque, caña brava y el techo era de palma, construido por los pocos habitantes que existían en la población.
En el año 1.889, un 7 de octubre existió un combate en Isnotú (Guerra Civil) entre godos y liberales comenzando así por la Cruz de la Misión y recorrió todo el camino principal de la población hasta llegar a la cuesta de Juan Pérez donde el enfrentamiento fue más fuerte dejando asé este encuentro 300 muertos que fueron entregados en el Cerro llamado Cerro del Muerto. Esta batalla entre los hijos del mismo pueblo en un lugarcito tan propicio para la labor, ha sido una de las más ceñidas y transcendentales que ha existido en guerras trujillanas.
El General Carlos Baptista se atrinchero en la Capilla del Pueblo y como promesa de salir victorioso de la Guerra ofreció traer una imagen de la patrona Virgen del Rosario a la Parroquia, el General en vista de que salió victorioso de la Guerra Civil cumple con la promesa y traslada hasta ese lugar la imagen de la virgen traída de España que hasta la actualidad sigue conservada como la patrona de la Iglesia Parroquial de la Población.
A principios del siglo XX derrumban la capilla de palma y comienzan a construir una nueva iglesia más moderna y amplia para la época con materiales como tierras, tejas, ladrillos, entre otros. Esta iglesia contaba con un frontal de estilo gótico arriba poseía un escrito que decía (INRI) Rey de los Judíos, en las campanas poseía una cruz y en cada esquina contaba con 2 águilas que se derrumbaron debido a un temblor fuerte en el año 1.950, también podemos decir que contaba con tres entradas la cual en la entrada principal existía unos pilares que tenían una vasija con agua bendita y en el centro una lámpara única que alumbraba toda la iglesia, a lado de la nave central existía un pulpito que era donde el sacerdote predicaba la misa y a cada lado de las paredes contaba con un confesionario que el sacerdote después de cada misa atendía a los pobladores.
En el fondo de la iglesia se encontraba el altar mayor que fue construido de retablo (tabla tallada) donde el sacerdote colocaba todos los objetos que utilizaba a la hora de dar la misa.
A lado de la iglesia fue construida la Casa Cural que estaba compuesta por un corredor, una sala-comedor, una cocina, un cuarto y una despensa.
En 1.943, elevaron a Isnotú como parroquia eclesiástica y el primer sacerdote residente fue Francisco Viloria que era oriundo de la población de Carvajal y que por motivos de enfermedad se tuvo que marchar. Luego llego otro sacerdote de nombre Emilio Blanco Veliz de decencia española, más tarde llega Pedro González Yanes en 1.958, llega como Padre residente pero por asuntos personales cuelgas sus hábitos y se marcha. Todos estos párrocos que llegaban a esta población eran atendidos por Doña Josefa Viloria de Estrada, ella era la encargada de la comida y el alojamiento de los sacerdotes.
En 1.960, la diócesis de Trujillo deriva la iglesia y comienza a construir la actual, la cual los terrenos fueron donados por Don Francisco Araujo (Don Pancho).
En 1.963, llega a esta parroquia el Padre Prudencia Baños enviado por el Obispo de la diócesis de Trujillo José León Rojas Chaparro.
Con la llegada del Padre Prudencio Baños a la población oriundo de Italia (España) es donde se reafirma más el fervor por la iglesia y es donde nace y crece la creencia por el Dr. José Gregorio Hernández Cisneros.
Así fue llamado José Gregorio Hernández, quien nació en Isnotú, Trujillo, el 26 de octubre de 1864. Sus padres fueron Benigna Hernández Manzaneda y José A. Cisneros M.
Estudia bachillerato en Caracas, e ingresa en la Universidad Central en 1884, donde obtiene el título de Médico en 1888.
Cuando se disponía a ejercer la profesión en Caracas, gracias a una beca, designada por el Gobierno de entonces, viaja a Europa para estudiar en París, algunas materias de las que aquí no se tenía gran conocimiento. Fue así como José Gregorio Hernández se preparó con profundidad en las áreas de: Microbiología, Histología Normal, Patología, Bacteriología y Fisiología Experimental. Aprovecha el viaje y trae a Caracas equipos para los laboratorios del Hospital Vargas.
A su regreso a Venezuela, en 1891, todos sus conocimientos adquiridos los vertió con alma de apóstol en sus alumnos de la Universidad Central de Venezuela. Dicta las cátedras de Histología Normal y Patología, Fisiología Experimental y Bacteriología. Su cátedra más importante fue la de Bacteriología. Además, fue nombrado director del Laboratorio Nacional, haciendo de éste «una copia exacta del de la Escuela de Medicina de la Universidad de París».
Se dedicó a la docencia, el ejercicio profesional y a la práctica religiosa. Por esta razón, fue profesor desde 1891 hasta 1916.
Entre las publicaciones científicas se encuentran "Elementos de Bacteriología" (1906), "Sobre la Angina de Pecho de Naturaleza Palúdica" y en 1912 publica "Elementos de Filosofía".
En dos oportunidades quiso hacerse sacerdote, pero su condición física resultó su mayor impedimento.
El Educador ejemplar muere arrollado por un automóvil, el 29 de junio 1919, en La Pastora, una calle caraqueña. Los venezolanos lo veneran por sus virtudes como médico y por su vocación religiosa. Por esta razón, desde hace varios años la Iglesia venezolana, inició el proceso de beatificación y canonización de José Gregorio Hernández, teniendo a la vista las virtudes que adornan a este sabio compatriota, que ya es Venerable por resolución del Vaticano.
El padre Prudencio Baños se dedica a darlo a conocer incuncandole a la gente su historia y sus milagros comienza a buscar en los ministerios, gobiernos, empresas petroleras e industrias donaciones para la construcción de un santuario en su honor donde fuese su casa natal, comienza a recolectar sus objetos personales, religiosos, recetas medicas, entre otros para crear un museo donde la gente pudiera verlos y conocerlos. Comienzan a llegar donaciones de toda parte de Venezuela para la formación y construcción de todo lo relacionado con el Dr. José Gregorio Hernández. Después de terminar este magnífico proyecto comienza Isnotú a crecer como pueblo turístico religioso y gente de todas partes del país y del mundo llegan hasta esta población a darle gracias por favores recibidos o esperar un milagro.